miércoles, 25 de julio de 2018

CATU KUÁ: "Que vengan los pájaros" (2018)




A Carolina Restuccia (voz, alma y cerebro principal de Catu Kuá) le funcionó la invocación: vinieron los pájaros y, la montaña, estatua de tierra, le dio la altura necesaria para grabar un álbum fenomenal. "Que vengan los pájaros" es una obra que parece bendecida por las fuerzas de la naturaleza en un afortunado juego de yin-yang. El disco está elaborado con aleteos de guitarras imaginativas, cuyas figuras se suceden con la indómita armonía de lo natural; sus cuerdas elevan gorjeos eléctricos y gozan de una libertad creativa que pocas veces se escucha en la música actual (herencia, probablemente, del rock en oposición, tan presente en la vida artística de Restuccia). Y claro, para darle un escenario oportuno a tan esplendoroso vuelo, están las montañas que circundan el espectáculo, que crean bases rítmicas altas, potentes, que acogen las melodías y tonifican su encanto primordial.

Y en medio, la conciencia de una voz que honra a los elementos convocados y los reconoce desde las primeras palabras del álbum: "ante la noche hay un respeto". Y es que no sólo la música: también las palabras, la voz, juegan un rol decisivo para entender "Que vengan los pájaros" como un disco que se inspira en la naturaleza, y que al mismo tiempo le prodiga una profunda admiración. Incluso se podría decir que el elemento natural es uno de los leitmotivs del álbum (escúchense, si no, las maravillosas "Mueca", "Voz madre", o "Ñuke nag mapu"), junto a tópicos como lo divino y lo humano ("El silbido", "Ojos que no ven"), siempre como parte de un Todo misterioso e inasequible al entendimiento racional. De ahí que las letras recurran frecuentemente a las preguntas retóricas o al uso de arquetipos para su desarrollo.

Pero ante todo (y tal vez esto sea lo más importante), "Que vengan los pájaros" es un álbum de rock alucinante. Pese a su complejidad musical y discursiva, es un disco que se puede escuchar bien alto, sin mayores pretensiones que disfrutar de su desplante emocional a lo largo de poco más de 34 minutos, por el puro gusto de vibrar con su energía de guitarras fuertes y melodías cantables. Si usted, amable lector, ya conocía el primer disco de Catu Kuá (el fantástico "Lomas", de 2013), entonces me atrevo a pronosticar que esta nueva entrega superará con creces sus expectativas. Y para los recién llegados, ojalá que esto sea un buen pretexto para descubrir a una de las voces femeninas más interesantes en el panorama del rock latinoamericano actual.

¡Que vengan, pues, los pájaros!

(Bandcamp oficial: https://catukua.bandcamp.com/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ZOANTHROPIC PARANOIA: "Sesiones Mnémicas" (2020)

Vivimos tiempos extraños: el rocanrol, incluso en sus vertientes más extremas, ha sido reducido a fórmulas que se pueden procesar, en...