viernes, 27 de diciembre de 2019

30 DISCOS DE 2019




2019 fue, en lo musical, un año de controversias. Por un lado, sigue habiendo revelaciones de gente joven (y no tan joven) haciendo música nueva a partir de los lenguajes actuales; y por el otro, están los consagrados que aprovechan su nombre y trayectoria para volver a confirmar su lugar y su posición como figuras de peso. En medio, están los que se encuentran en pleno ascenso, explotando su momento; y los que reciclan viejas fórmulas para adecuarlas a sus propias intenciones. En pocas palabras: están los mismos ingredientes de siempre, quizá sólo sea que en plena era del caos, su coexistencia se ha vuelto más visible. En todo caso, esto ha traído como resultado un año interesante, diverso e, insisto, controversial. He aquí el repaso del Apicultor a algunos de los lanzamientos que más deleite causaron en esta Madriguera.

METAL:


1. MYSTIFIER: Protogoni Mavri Magiki Dynasteia
El viejo combo brasileño ha encontrado una diabólica fusión entre la escuela nórdica, la mediterránea y el sonido primigenio latinoamericano que ellos mismos ayudaron a forjar. Un álbum alucinante.


2. FULL OF HELL: Weeping Choir
Un coro que gime detrás del estruendo. Ruido negro y asfixiante que no pretende organizar ni entender el caos, solamente ser un cauce para que este explote en las orejas del oyente. Pura violencia sonora.


3. ROTTING CHRIST: The Heretics
Herejía sería repetir estrategias. Los helénicos no lo hacen: en su lugar, conservan lo más ominoso de su metal ocultista y lo filtran a través de su energía volcánica, en una erupción de riffs y buenos temas.


4. DEVIL MASTER: Satan Spits on Children of Light
Una violenta (y divertidísima) advertencia de que la juventud americana no está dispuesta a olvidar a sus clásicos. Horror y guitarreo cochino con atmósferas demonomaníacas y espíritu puramente blacker.


5. REKA: Jupiter
La alquimia de convertir el ruido en virtud. Más allá de etiquetas, aunque convincentemente enraizados en el metal, este material está incluso más allá de cualquier post-lo-que-sea. El horror y la belleza en franca copulación.


6. KADAVAR: For the Dead Travel Fast
El álbum que por fin dice todo lo que Kadavar tenía qué decir. Un perfecto emulador (que no plagiario) de los 1970s, con todo y su vibra audible y visualmente demoníaca. El disco elegantísimo que Ghost todavía no ha conseguido hacer.


7. ALPHA HYDRAE: Spiritual Dimorphism
Una comunión profana entre la más pura espiritualidad y la más honda de las herejías; entre la violencia del black metal más rabioso y el doom más contenido. Una toma de conciencia de lo que debe ser la música extrema.


8. DARKTHRONE: Old Star
Este dúo siempre entendió que la clave nunca fue la progresión, sino la regresión. Su vieja estrella es discreta, oculta entre el mar negro del firmamento, a la espera de ser encontrada para guiar hasta las cavernas más inescrutables a todo aquel que ose confiarle sus pasos.


9. MOONWATCHER: Moonwatcher
Una real experiencia sinestésica, capaz de transformar imágenes en construcciones sonoras. Un viaje interestelar que lo mismo fascina que aterra. No sólo Kubrick, también Lovecraft estaría orgulloso de ellos.


10. MAYHEM: Daemon
Si hay un acto de black metal capaz de llevar este estilo a los terrenos del Arte, ese es Mayhem. Attila mejora cada vez más en su técnica y la banda perfecciona con diabólica puntualidad su dominio de la tiniebla, la propuesta estética y el intelecto.


11. BABYMETAL: Metal Galaxy
Ellas pasaron de ser una anécdota rentable a convertirse en un proyecto cada vez más serio y propositivo. Lo suyo ya raya en el mejor progresivo de vanguardia, donde los temas dejan atrás los ganchos inmediatos para apostar por una complejidad mucho más formal.


12. BEELZEBUBS: Pantheon of the Nightside Gods
Pocas agrupaciones consiguen el balance entre lo lúdico y lo serio. En este panteón, la monotonía no existe, y la diversión es una puerta de acceso a territorios que pueden volver loco a quien entre desprevenido.


13. FOR CENTURIES: Centuries of Black Fire
La infinita disputa entre lo clásico y lo moderno pocas veces encuentra resolución tan satisfactoria. Sólo unos cuántos ejecutantes contemporáneos saben bien dónde colocar sus influencias, y esta banda es un claro ejemplo de cómo se logra dicha artesanía.


14. MYRKGAND: Old Mystical Tales
El tema de la magia oscura está tan manoseado que ya no impresiona a nadie. Pero cuando un músico logra volver a encantar con fórmulas directas y ajenas a pretensiones, el resultado fascina por su sencillez y genialidad.


15. LACUNA COIL: Black Anima
Quizá la única banda restante del boom del gothic metal que sigue fiel a su fórmula original. Ya todos sabemos qué esperar de ellos en cada nuevo disco, y sin embargo se las arreglan para siempre ofrecer riffs novedosos, armonías vocales creativas y melodías tarareables-casi-pop.



NO METAL:


1. TWIN TEMPLE: Bring you their Signature Sound... Satanic Doo-Wop
Armonías a la Phil Spector, una voz que tranquilamente pudo haber estado en cualquier girl group de la era dorada del rock, y una filosofía románticamente satanista. La producción instrumental y el performance vocal son una síntesis perfecta del clasisismo rocanrolero.


2. ELY GUERRA: Zion
Un trabajo puramente vocal, con arreglos exquisitos y melodías complejas. A ratos influenciado por el "Medúlla", de Björk, pero mucho más cercano al sentido estético de un Arvo Pärt que a la experimentación pop. Sublime y conmovedor.


3. LINGUA IGNOTA: Caligula
La herencia del drone y la escuela clásica contemporánea, juntas en un discurso que deconstruye y reelabora las técnicas vocales extendidas y el concepto letrístico. Diamanda Galás puede estar tranquila: hay quién la entiende sin necesidad de copiarla.


4. LANA DEL REY: Norman Fucking Rockwell
Esta Madriguera lo reconoció desde el "Born to Die". Era cuestión de tiempo para que la señorita Del Rey se alzara como una cantautora en todos los sentidos. "NFR" ha inaugurado la era de la Nueva Canción Americana.


5. CHELSEA WOLFE: Birth of Violence
Un cuento de halloween para adultos que odian los cuentos. Un despliegue de creatividad para los que prefieren el virtuosismo sobre la majestuosa sencillez. Que su tersa acústica no os engañe: es un álbum de total brutalidad.


6. AMIRTHA KIDAMBI & THE ELDER ONES: From Untruth
Lejos ya de los viejos ragas, pero con astucia suficiente para fusionar la tradición india con el espíritu libre del jazz moderno (al final, ambas son improvisaciones). Un diálogo apabullante entre la técnica instrumental y la vocal, ambas con el alma de por medio.


7. JAMES BLAKE: Assume Form
Un álbum de imágenes tan etéreas que se esfuman al entrar en los oídos. Su fineza electro-soul es tal que no se deja aprisionar ni procesar. Si uno quiere volver a vivir la experiencia, es necesario volver a oprimir play.


8. BILLIE EILISH: When we all Fall Asleep, Where do we Go?
La niña que supo abrevar tanto de Lorde como del viejo cancionero americano. Un grito adolescente que escupe y se disuelve entre beats y acordes que le hablan a jóvenes y adultos por igual. El próximo lenguaje del pop´n roll.


9. MOE & METTE RASMUSSEN: Tolerancia Picante
Cuando dos espíritus libres y rebeldes se encuentran y se dan el lujo de dialogar, el resultado es un despliegue de belleza caótica, lejos de toda forma y orden convencional. Rock, jazz, improvisación... no importa. Esto es Música.


10. SOPOR AETERNUS & THE ENSEMBLE OF SHADOWS: Death & Flamingos
El regreso de Anna Varney a las polvorientas catacumbas del deathrock. Una colección de temas en clave goth-queer que asombran por su contundencia. Así aplica Varney lo aprendido de la tradición barroca al lenguaje del rocanrol.


11. ALEJANDRA LARA: Burnaut
Un disco nebuloso, de naturaleza volátil. Tan real y encarnizado, que uno se debe cuestionar si no se trata más bien de un espejismo. Su filo pop corta con agudeza y expone con valentía juvenil lo que los adultos prefieren callar.


12. MUERAN HUMANOS: Hospital Lullabies
Arrullos macabros que enferman e igual sanan. El baile hipnótico, retorcido, como terapia reparadora de beats descompuestos. Líneas profundas cuyos retumbos palpitan, como un corazón ennegrecido que envía sangre hacia todos lados y sin control.


13. BECK: Hyperspace
La melancolía es una entidad tan familiar que todos creemos conocerla. Pero cuando alguien la pasa por el filtro de la rareza y la traduce en música, su efecto se amplifica hasta territorios desconocidos y emocionantes. De ahí, probablemente, el hiperespacio del título.


14. SANGRE DE COYOTE: Live Sessions
La virtud chamánica de apropiarse de lenguajes ajenos. La facilidad de volverse vehículo, traductor de tradiciones lejanas y ejecutantes contemporáneos. Esto es klezmer, es jazz, es manouche; pero también es la más pura esencia del siglo XXI con toda la energía de una interpretación en directo.


15. THE CRANBERRIES: In the End
Una carta de despedida involuntaria, un epitafio perfecto para una banda que jamás quiso renunciar a su firma distintiva. Nada nuevo, sólo el eterno principio y el eterno final. El alfa y el omega. No necesitamos nada más.

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