domingo, 27 de octubre de 2013

ELLA Y EL MUERTO: "Ella y el muerto" (2013)




Si usted no sabe quién es ella, mejor ni le mueva. Déjelo así. Recuerde que el que busca, encuentra. Y si además desconoce usted los antecedentes musicales del muerto, qué mejor. A veces es preferible hacer caso omiso a las reputaciones, y pensar que lo que se escucha es perpetrado simplemente por una astronauta desconocida y su unicornio mágico del desierto. La bronca es que no existen muchos discos grabados por astronautas y unicornios, así que no podemos compararlos contra otros de su calaña, pero si hubiera qué juzgar a todos los astronautas y unicornios a partir de las costumbres musicales de Ella y el Muerto, entonces podemos deducir que ambas especies son unas copionas.

Y no es que el disco sea tan, tan, tan malo, la verdad; pero los amiguitos del desierto han cometido dos graves pecados a la hora de componer: son pretenciosos e ingenuos. Pretenciosos porque intentan sonar oscuros, industrialones, ensombrecidos. Ingenuos porque su idea de oscuridad es algo parecido a apagar la luz de su cuarto y abrazar a sus peluches mientras se quejan del amor y desean en silencio que el Coyote se coma al Correcaminos. El álbum debut de Ella y el Muerto quiere tener influencias del synthpop y el darkwave, pero lo cierto es que se parece más a un diario de quinceañera emo. Sus melodías son monas, pero lamentablemente nunca acaban de despegar: lo que debería ser una metralla rabiosa de beats puntiagudos que se clavan en las orejas, se queda en inofensivas notitas que tiemblan como la mano de un niño que busca algo de valor para hundirse tantitito la navaja en el antebrazo, nomás pa' ver lo que se siente. Ella trata de sonar como Shirley Manson pero se parece más a María Barracuda. Al muerto le hubiese gustado ser Trent Reznor, pero le faltan pulgadas y se le nota más la influencia de Belanova.

Con todo lo anterior, podría suponerse que el disco es desastroso, pero insisto: eso no es del todo correcto. Tiene canciones pegajosas, de esas que se antoja canturrear luego de escucharlas un par de veces, pero nada más. Si anda usted de simplón, puede que el CD le ambiente una tardecilla nublada de fantasías suicidas adolescentes, e incluso da para unos cuantos días en el iPod; la cosa es que tras varias orejeadas el álbum pierde en lugar de ganar: su estructura se revela monótona y repetitiva hasta que uno dice: "bueno, pues a lo que sigue". Tal vez si su intención hubiese sido abiertamente pop, habrían construido algo más atractivo, porque tienen facilidad para crear canciones con potencial, pero en este caso la decoración elegida no suena muy creíble que digamos.

Ella y el Muerto pueden ser un proyecto con futuro, todo depende de que aclaren sus ideas y terminen de darle una forma lógica a su concepto: o se dedican de lleno al pop sin disfraz de día de brujas —pues tienen las herramientas necesarias para hacerlo muy bien—, o demuestran que de verdad tienen los arrestos para descender al infierno y regresar para hacer sangrar las orejas de sus escuchas —opción que definitivamente requerirá muchísimo más trabajo y experiencia—. De otro modo, están tristemente condenados a seguir siendo una Tutsi Pop edición especial de Halloween. Habrá que esperar...
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2 comentarios:

  1. Podrías agregar link de descarga para tener un juicio propio.

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