domingo, 15 de abril de 2018

WE ARE ONE: "Darkwave Vol. I" (2018)



We are one es el nombre de un sello discográfico emergente con sede en la Ciudad de México. En meses recientes lanzaron su primera compilación dedicada al darkwave nacional, compuesta por 18 temas inéditos (uno por participante) de diferentes proyectos que habitan en los rincones más ensombrecidos del país.

We are one puede ser, también, la declaración de un movimiento musical que al parecer se niega a crecer. Un romántico caso de síndrome de Peter Postpunk que sigue alimentándose del cadáver de los 1980s. Da igual si hablamos del primer mundo, de regiones desconocidas o, como en este caso, de la escena mexicana, la constante de los aferrados goths es que no quieren alejarse de los sonidos clásicos de claves menores, tonos bajos y lúgubre desencanto juvenil.

We are one es la confianza ciega en una corriente estética y musical cuyos practicantes no necesitan diferenciadores individuales, porque su identidad es colectiva. Por eso en los más de 60 minutos de duración de este disco apenas hay variaciones importantes. Pero eso no es malo: es la permanencia homogénea de un estilo que murió joven y dejó un bonito cadáver para deleite de los vampiros de todo el orbe. ¿Que a veces parece que se trata de un álbum de larga duración de una sola banda, en lugar de un acoplado? Puede ser. ¿Y qué? We are one.

We are one - Darkwave Vol. I incluye temas en inglés y español, con voces femeninas y masculinas, además de breves visitas a las tumbas vecinas del postpunk, el coldwave y el synthpop. Cabe apuntar también —para los regionalistas de corazón, no olvidemos que esta Madriguera es universalmente potosina— que entre los convidados al baile macabro se encuentran los locales Desdémone, junto a otros entes de siniestra percha como LuciferChrist, Nite Shadows o los etéreos Reverbs.

We are one - Darkwave Vol. I está disponible en edición física (en CD-R impreso de manera profesional, en un bonito formato digipak con charola) y también digital. Se puede escuchar y descargar (pague, no sea codo) en: https://weareonerecords.bandcamp.com/releases. Goth it?

sábado, 7 de abril de 2018

NECROMASS EN SAN LUIS POTOSÍ




Viernes 6 de abril de 2018
Búnker, Sala de Conciertos
San Luis Potosí, S.L.P.

Hay feria en el pueblo. Y cuando hay feria en el pueblo me dan ganas de adentrarme hondo en algún calabozo de rugidos negros, donde no lleguen las manzanas acarameladas, la pólvora tristona ni el vulgar bullicio. Afortunadamente esa noche, en otro punto de la ciudad (adivinen cuál), también habría black metal.

Las diez de la noche: suben a las tablas los locales Tree of Death. ¡Carajo! Si hay algo de coherencia en la escena, estos muchachos pronto tendrán que volverse parte de la camada de hijos predilectos del under potosino. Su visión del black metal está fuertemente apegada a las raíces y se nota que han trabajado su concepto con seriedad: el set es dinámico, violento y hábil en la creación de momentos tensos alternados con estallidos de rabia. Una de las mayores virtudes de su música es que mantiene sonoridades old school sin sonar a viejo... como las atmósferas necro de unos Aura Noir o lo más regresivo de Darkthrone (I am the grave of the 80s!!!!). Además, Tree of Death consigue mantener una actitud punk a la Motorhead y lo más fabuloso: después de todo eso, siguen sonando técnicos. Una banda que hay qué tener en cuenta.

Los siguientes en tomar el escenario fueron Brutal... ¿Corporis? No lo sé. Su logo es lo suficientemente death como para hacerme dudar de haber escrito correctamente su nombre. Sin embargo, su ruido sí que fue una sorpresa: blackened death metal vociferado en inglés y español con una pronunciación clara e inteligible (todo lo inteligible que puede ser un discurso de grunts y shrieks, por supuesto), de claras tendencias satánicas. Probablemente lo que más me gustó de su propuesta fue la sección rítmica, con líneas de bajo que se veían bastante interesantes... lástima que casi no se escuchaban.

A continuación, Tricératops. Sí, así se llaman. Yo había visto el logo en el flyer del evento, pero creí que sería un patrocinador o una marca de playeras... todo, menos el nombre de una banda. Pero son una banda. Y a juzgar por su sonido, apostaría a que son fans de la clásica escuela nórdica de los 1990s, con todo y sus atmósferas y medios tiempos. Chido. En ese momento también se instaló la mesa de mercancía, así que me distraje de lo que pasaba en el escenario y me puse a husmear los discos (por cierto, al fin pude conseguir mi copia del split Necromass / Mortuary Drape, que justo del lado Drape suena fuerte como grito de momia en catacumba. Lo estoy escuchando mientras escribo esto).

El flyer decía que la banda siguiente era Dark Forest, de Acapulco; pero a veces pasan cosas que contradicen a los flyers y cambian los planes. Acá no sé qué pasó, pero Dark Forest no vino al show. Ni hablar.

Si tu banda de black metal incluye a una bailarina, entonces tu banda de black metal es para bailar. Y no, mis queridos puristas, no os ofendáis: la presencia de una gothette que usa máscara de chivo negro y juega con fuego al mejor estilo de los entertainers de crucero pero con más cachondería, no merma la condición de culto de los italianos Necromass; simplemente hace el espectáculo más divertido. Y si es divertido, dan ganas de bailar (sí, el headbanging, las guitarras de aire y las baterías invisibles cuentan como baile). El metal negro de los estelares no es un despliegue de técnica espectacular pero sí está impecablemente producido y tiene todos los items del checklist. Lo suyo es una negritud de esas que se antojan macarras, rufianescas, punketeras. Es ese black que se disfruta con unas cuántas cervezas encima y una actitud desenfadada que hace cuernos con las manos más por jugar al espectáculo que por compromiso ideológico. Rolas perfectamente diseñadas para desenvolverse entre los extremos de un espectro que va de lo caótico a lo rítmico, con un circular dominio de la fórmula e indiscutible precisión: los Necromass veloces, son bien veloces (toda una lección de la infernalísima trinidad blastbeats-tremolos-howlings); y los rítmicos, bien rítmicos (fraseos pegajosos y vocalizaciones que coquetean con el modelo estribillo-puente-coro). La banda demostró que su estatus de culto está justificado, y aunque es evidente que la experiencia de la Misa Necro funciona mejor en directo que en grabación, siempre da gusto comprobar que mientras cuente con representantes como ellos, el viejo black metal seguirá encontrándose lejos de emitir su último estertor.

O como dicen los Stones: "Its only rock'n'roll, but we like it".

domingo, 1 de abril de 2018

6a MUESTRA DE METAL UNDERGROUND SLP 2018



30 y 31 de marzo de 2018
Búnker, Sala de Conciertos
San Luis Potosí, S.L.P.


MUESTRA:
1. f. Porción de un producto o mercancía que sirve para conocer la calidad del género.
2. f. Parte o porción extraída de un conjunto por métodos que permiten considerarla como representativa de él.
3. f. Exposición o exhibición de obras artísticas o técnicas.

-REAL ACADEMIA ESPAÑOLA


Si hubiera qué llegar a un diagnóstico sobre el actual estado del metal subterráneo en la ciudad de San Luis Potosí, a partir de lo escuchado durante el evento que nos ocupa, la conclusión sería contundente: aquí se hace harto ruido. Y suena fuerte. Y suena bien. Después de observar la actuación de 26 bandas (el cartel original anunciaba 28, pero dos no se presentaron) entre las cuales hubo tanto veteranos de la escena como sangre joven para el deleite de Satán (quien seguramente estaba de plácemes, porque además el susodicho evento tuvo la puntada de celebrarse justo en las noches de viernes y sábado santos, asegún la tradición católica), este apicultor no puede sino regocijarse al ver la buena salud y bulliciosas inquietudes que hoy por hoy abundan en tan polémica escena. Por eso, sin más preámbulo, he aquí una serie de breves (muy breves) comentarios (apreciaciones personales todas ellas, no se ofenda usted) sobre cada banda participante. Van en el mismo orden de aparición:

1. Zobredosis: Desconozco cuánto tiempo lleven juntos. Quizás aún les gana la timidez en el escenario. Quizá les tocó la infame suerte de inaugurar el evento. Si la banda perfecciona su técnica y pule su concepto, puede haber algo interesante por aquí.

2. Dogma: Al parecer gustan de los cambios armónicos, y al parecer saben emplearlos con cierta astucia. Hicieron gala de una intro bastante elegante, un tema veloz y una balada que tal vez aún se pueda desarrollar más.

3. Degeneración 89: Su ejecución y técnica son sencillas (eso no es malo: estamos hablando de punk) y su coordinación, simplemente perfecta. Sin duda, una de las bandas de la Muestra que mejor logró mantener la comunicación entre músicos sobre el escenario.

4. Nihilista Cotard: Una presentación accidentada: el baterista se presentó tarde. Dos guitarras zumbantes y una voz ahogada no son suficientes para hacer black metal, y sin embargo eso fue todo lo que nos tocó ver de ellos esa noche. Probablemente en otra ocasión...

5. Thrill Seeker: Thrash furioso y rampante. Una banda madura y concisa en su quehacer. Su ejecución y técnica se perciben suficientemente ensayadas, y sus composiciones se dan el lujo de destacar sobre otras bandas del género.

6. Intestinal War: Cumplen con todos los requisitos de su género. Punto. Nada más. Con todo lo que ello puede implicar. Por cierto, lo suyo lo suyo es el death grind...

7. Dominus Sathanas: Tal vez su mayor logro es haber evolucionado de manera coherente en la ejecución de su black metal de vena clásica. Sigue sonando grim, pero ¡carajo! ¡así es como suena el black!

8. Natural Death: En efecto, su sonido es death. Y en efecto, su intención es perfectamente natural. Ellos hacen lo que hacen porque (se les nota) lo disfrutan profundamente, desde lo más hondo de sus podridas entrañas. Y qué bueno.

9. Overload: Una banda joven y desbordante de energía. Hard rock sin complicaciones pero de buena calidad: estos chicos saben verse bien y escucharse mejor en el escenario. Conocen su territorio y demuestran una técnica estudiada. Seguro darán de qué hablar en un futuro cercano.

10. Tree of Death: Un thrash bastante oscuro, maligno. No tengo idea de qué decían sus letras pero se nota un concepto trabajado detrás de su ejecución. Estructuralmente, aún se nota un trabajo compositivo algo indeciso, pero potencialmente muy bueno.

11. Opera at the Massacre: Sus puntos fuertes (más allá del indiscutible carisma de su violenta frontwoman) son la técnica y la ejecución: les gustan los retos y eso se nota en los detalles de sus canciones, siempre pensadas para bajo de cinco cuerdas y guitarra de siete. Muy buenos.

12. Shattered: Una buena banda a nivel técnico. Tal vez aún les haga falta perder el respeto a sus influencias para potenciar más el nivel de sus composiciones.

13. Genocidio Global: Una buena banda a nivel técnico. Tal vez aún les haga falta perder el respeto a sus influencias para potenciar más el nivel de sus composiciones.

14. Humbuker: Es la clase de banda que aún siente profundamente el rocanrol. Enérgicos, divertidos, ruidosos y con la actitud de convertir su actuación en más que un espectáculo solamente musical.

15. Supernavy: De las pocas bandas de la Muestra que no practican metal. Lo suyo tiende más al happy punk efectivo, sencillo y básico. Se les ve perfectamente cómodos con lo que practican y eso les da un aire de naturalidad libre de cualquier pose.

16. Dante: Un death bastante groove. O al revés. En todo caso, podrían sonar más robustos si dieran mayor presencia al bajo (de cinco cuerdas, por cierto). Probablemente eso dotaría de mayor personalidad a sus contagiosos riffs.

17. Panic of Thrash: Su equilibrio entre la sección rítmica y su par de guitarras es asombroso. Ignoro cómo componen sus temas, pero el resultado final suena equilibrado y democrático con cada instrumentista.

18. Palomazo: Una especie de heavy metal con chispazos de glam. Letras simples, riffs pegajosos y una voz robusta, decidida y con suficiente presencia para darle identidad propia a la banda. Ojalá exploten a ese frontman todo lo que puedan.

19. Forging Metal: Su death sabe ir de lo melódico a lo brutal con absoluta elegancia. Excelente uso de riffs con solos intermitentes. Estructuras compositivas maduras y bien pensadas. Es de esas bandas que se toman el detah metal con total respeto. Chingón por eso.

20. Louder Force: Buen nivel en composición y en voz. Una banda desinhibida que sabe cómo conectar con el público de manera natural y emocionante. Si acaso algo se echara en falta, sería un poco más de dinamismo en sus temas, pero realmente no lo necesitan. Esto es heavy clásico.

21. Muerte Humana: Mosh garantizado. Inmediato. Death crudo, primitivo y completamente old school. Una banda como ellos no necesita originalidad: su género no lo permitiría. Y qué bueno, porque así nos gusta más.

22. Arxenal: Thrash de excelente manufactura y ejecución. Una presencia escénica segura y sin aspavientos. Temas directos, sin rodeos y con suficiente identidad.

23. Extinto: Más thrash. Y aunque su técnica es irreprochable, probablemente les falte trabajar en un diferenciador si es que no quieren perderse en lo difuso de un género donde es difícil innovar.

24. Antares: Una banda con buenas armonías y estructuras compositivas que, si bien carecen de ganchos inmediatos,  gozan de un punch con suficiente vigor. Lástima que sonaron tan saturados en algún momento.

25. Dalliance: Se les nota jóvenes y difusos, algo desconcentrados. Solamente traían dos canciones. Aplaudo su esfuerzo y espero volver a escucharlos cuando hayan desarrollado más su propuesta.

26. Death Silence: Death y thrash de la vieja escuela. Dominan el género y sus arquetipos: insolencia, crudeza, agresividad escénica. Un buen cierre que el público supo agradecer.

Y eso es todo, amable lector. Cabe apuntar (por si usted no estuvo en el evento o es tan despistado que no se enteró de lo que ofrecía como ganancia a los participantes) que las dos bandas más destacadas de la jornada compartirán escenario el próximo mes de mayo con agrupaciones como Rex Defunctis, Leprosy, Here Comes the Kraken y los rabiosos greñudos locos de Brujería, en lo que será la treceava edición del Morbid Fest (el festival de metal nacional más cabrón de México). Y también, por si se fue usted temprano del evento o simplemente no se enteró del veredicto, le cuento que los gustosos afortunados serán Thrill Seeker y Arxenal.

Bien merecido.


ZOANTHROPIC PARANOIA: "Sesiones Mnémicas" (2020)

Vivimos tiempos extraños: el rocanrol, incluso en sus vertientes más extremas, ha sido reducido a fórmulas que se pueden procesar, en...